
Hablemos de vinos veganos, que cada vez más están presentes en las estanterías y las carta de vinos.
Si bien es verdad que el vino si lo pensamos debería ser vegano ya que es un producto que procede de la fruta de una planta, pero hay procesos en el camino que cambian esta realidad.
El vino es zumo de uva fermentado, y las levaduras, ya sean naturales o añadidas, convierten los azúcares de zumo de uva en alcohol. Suena como un camino sencillo para decir que es apto para veganos, ¿verdad? Desafortunadamente, el vino no siempre se puede clasificar como vegano o incluso vegetariano.
Para empezar los vinos jóvenes son brumosos y contienen moléculas diminutas como proteínas, sabores a levaduras, restos de pieles y puede que un exceso de taninos. Estos son naturales y no perjudiciales de consumir, sin embargo, rara vez los ves porque los bebedores de vino a menudo prefieren su vino claro y libre de sedimentos, por lo que las proteínas se filtran antes del embotellado. Salvo en los vinos de mínima intervención donde no se filtran ni clarifican.
Si se les da tiempo suficiente, la mayoría de los vinos se autoestabilizan y se aclararán de forma natural, pero en muchos casos dada la demanda del mercado para acelerar el proceso se recurre a la clarificación y/o filtración para eliminar esas impurezas.
Los agentes filtrantes actúan como imanes, atrayendo la proteína y los taninos ásperos que los rodean. Arrastran las impurezas. Los agentes clarificantes comunes utilizados para aclarar el vino incluyen: caseína (proteína de leche), albúmina (claras de huevo), gelatina (proteína animal) e isinglass (proteína de vejiga de pescado) entre otros. Los vinos que utilizan estos productos para clarificar el vino no son veganos y, dependiendo del agente clarificante, puede que ni siquiera sean vegetarianos ya que se utilizan agentes procedentes de proteínas animales
Agentes clarificantes de origen animal más comunes:
>Caseína: proteína de leche que da a los vinos blancos claridad y brillo.
>Gelatina: proteína derivada de pieles y huesos de animales.
>Isinglass: proteína derivada de las vejigas natatorias de peces esturión. Este método solía ser más popular, pero ha perdido popularidad.
>Proteasa (tripsina): proteína derivada del páncreas de cerdo o vaca para eliminar las proteínas volátiles.
>Proteasa (Pepsin): proteína derivada de estómagos de cerdo o vaca para eliminar las proteínas volátiles.
>Quitosano: hidratos de carbono derivados de cáscaras de crustáceos.
A menos que en el vino no se utilice un agente a base de animales como la proteína de guisante o la bentonita (arcilla) no será vegano. Los que no son filtrados ni clarificados si son vinos aptos para veganos. Afortunadamente, hay cada vez más opciones de vino vegano en el mercado y los viticultores y bodegas parecen estar produciendo más cada año. Importante en estos casos leer la etiqueta y buscar esa información.
¿Qué te pareció la nota, conocías todo esto en el vino? Dejame tus comentarios.
Te dejo un abrazo.
Sandra.